No, no estamos en Europa. El inteno de querer vivir una normalidad occidental hace aguas sorpresivamente. Un segundo, un resquicio, un rayo, una grieta… y el Oriente Medio se alza en toda su dimensión.
No, no estamos en Europa. El inteno de querer vivir una normalidad occidental hace aguas sorpresivamente. Un segundo, un resquicio, un rayo, una grieta… y el Oriente Medio se alza en toda su dimensión.