Los dogmáticos no pueden entenderlo, está fuera de su experiencia vital. La ecuanimidad es un ejercicio difícil. Obliga a sostener un constante equilibrio, sin respuestas preestablecidas. Es un ir por la vida sin mapas, ni hojas de ruta, ni líderes que te indiquen cuándo aplaudir y cuándo no… Es ser un exiliado. Estás fuera del grupo. Tan solo, con tu consciencia.  

(Barcelona, octubre 2017)