El exilio como condición universal. Problemas derivados de difusos y equívocos conceptos desaparecen: raíces, arraigo, tierra, terruño, banderitas, pertenencia, herencia… Un mundo ideal dónde todos serían extranjeros, obligados a cambiar de continente, cómo máximo, cada dos generaciones. Y aun así, ya sería demasiada permanencia.
(noviembre 2012)