Me metí con lo más terrible, lo más difícil. Las pesadillas invaden mis noches. Hay días que tengo imperativos deseos de detenerme. Me pregunto si tengo derecho siquiera a desenterrar a los muertos… Sé que no soy dueño de esta historia. No soy yo el que decido ni el que elige. Pero tengo el deber de insinuar lo que sé…
(agosto 2004)
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